martes, 27 de febrero de 2018

Encuentro febrero de 2018, Nro 73. LARDO & ROSEMARY, La Lucila.

Si hay algo que nadie puede negar del Grupo Gourmet, es que además de ser osadas y aventureras, nos salimos de la zona de comfort. 
Sí señores, investigamos, recorremos y nos movemos donde sea, porque la pasión por el encuentro del mes es tal, que donde nos indiquen allá vamos.

Nuestra salida de febrero, a cargo de Agus, estuvo inspirada en ¨dato gourmet recién salido del horno¨ . Y como las novedades nos fascinan y las travesías mucho mas, nos propuso ir a La Lucila a probar lo nuevo de LARDO & ROSEMARY.



Hace tiempo que cruzando la General Paz se viene ampliando el espectro gastronómico, y no lo digo por las miles de cervecerías, hamburgueserías o barcitos cerca del río. Me refiero a la valentía y pasión de emprender un proyecto con personalidad, calidad y buen gusto , en una zona donde hay mucho para hacer y explotar ( ya lo comprobamos en ALO´S.
Así lo vivimos en Lardo & Rosemary, que abrió la noche que lo visitamos, hacía ocho días.

El nombre no revela mucho, pero sí la frase que predica una de sus paredes ¨Comida no tan callejera ¨, y la carta, que explota de sabores y combinaciones street style, pero todo como nos contaron, con una vuelta de tuerca.

 

Llegamos para las 21hs, en la vereda hay algunas mesas altas y adentro la gran protagonista, una barra contra la pared con banquetas y una mesa comunitaria para comer relajado, solo o con amigos. Para pedir la comida, solo bastó con hacer la fila y esperar por nuestros nombres ( por ser esta vez nos acercaron muy amablemente los platos a la mesa, no creo sea así todas las veces). 

El menú variadisimo, conciso y pensado hasta el último ingrediente, es una bomba. Como somos seis, nos sugirieron que pidamos de todo y lo compartamos, acatamos las órdenes y nos fue excelente.
Si bien la carta está dividida en algunas entradas y platos principales, todo funciona sin un orden específico.
Pedimos: 

Las berenjenas (que se deshacían) , con mani, satay y hierbas.


La versión Lardo de la ensalada Cole slaw: Repollo, manzana verde, cebolla y zanahorias, con mayonesa ahumada.


El famoso pan Bao, hecho al vapor: Relleno de tapa de asado, azúcar mascaba, remolacha y cilantro. Vienen cuatro unidades.



 Ensalada de burrata con zucchini, alcaparras, rucula y toston de masa madre. Nosotras sacamos las raíces de la rucula, y cuando nos vieron los dueños casi se infartan. No fuimos tan osadas con esto, perdón muchachos.



La Reina Pepeada,  dos arepas rellenas con pollo, palta y cilantro. De lo mas sabroso que he probado en los últimos meses. 



Un ceviche picantón hecho a base de lenguado, pepino, palta, rocoto, lima y cilantro.



Y el wrap que ven en el centro de la mesa, un lavash a base de garbanzo, mole, yoghurt y perejil.



Para beber, 4 tipos de cerveza tirada ( nos encantó que la sirvan en copa de vino, gran detalle ), vino en copa, agua y gaseosas.


Excelentes sabores y cocciones. La comanda salió rápido y Santiago, uno de los dueños, se acercó uno a uno a preguntar como les estaba yendo. Le pregunté como había surgido todo y me contó que son amigos de la zona y que a todos les gustaba mucho la gastronomía y viajar. Y que luego de concluir que ¨estaba faltando algo así en la zona¨, se pusieron manos a la obra y voila, llegó Lardo & Rosemary.




La única sugerencia que le hicimos, cuando nos preguntó
si había algo para mejorar o qué le podíamos aportar, fue que podían sumar dos postres mas a la única opción que hay, que son los churros con pimienta rosa. Ojalá la tomen, algún postre callejero no vendría nada mal.


LARDO & ROSEMARY
Direccion: Av. Libertador 3810, La Lucila, Buenos Aires
Instagram: @lardoyrosemary

Lunes a Domingos de 18,30 a 0hs
Martes cerrado.


domingo, 4 de febrero de 2018

Encuentro enero de 2018. Nro 72. ¨Niño Gordo¨, Palermo.

El ¨Niño Gordo¨ así se define lisa y llanamente Pedro Peña, el colombiano ideólogo de la nueva apertura gastronómica palermitana y sensación instagramera.

Con dos restaurantes exitosos bajo el brazo, LA CARNICERIA (nuestro Encuentro Nro 44 de 2015, La Carniceria ) y mi querido  CHORI, Peña viene a revolucionar la calle Thames con su tercera apertura y la elección de Lu para nuestro primer encuentro gourmet de 2018: NIÑO GORDO

Seguro habrán escuchado hablar de la nueva parrilla asiática, fotografiable por donde se la mire y novedosa en cuanto a su estética y propuesta culinaria. Y si no, pasen miren y lean. 

Entrar a comer al Niño Gordo es toda una experiencia, creo que de eso se trata cualquier encuentro gourmet, pero aquí los sentidos estallan a flor de piel. Desde las decenas de lámparas chinas que visten todo el techo, pasando por las luces rojas, y la música de animé, el Niño se las trae. 
Con guiños estéticos al Milon de NYC, una puerta con timbre y sin marquesina a lo Tegui, algo del grafitero DIEGO ROA y toda la parafernalia comunista de Mao, la China, Japón y Corea, todo indica el éxito para lo nuevo de palermo.

Se nota que cada detalle está pensado milimetricamente, sin dudas entrar en esa fiesta de colores es una apuesta riesgosa, todo muy lindo pero después hay que sostener el asombro y la tensión de la escena...con la comida.
Y hacia allá fuimos.
Para tomar pedimos una cerveza Hite, pale lager, un drink en vaso alegórico y otras fuimos por el Pinot Noir.
Nuestro camarero, bosnio, simpático y con un perfecto español, nos explicó plato por plato y nos recomendó ir por las entradas y el picoteo. 








Con un timing mas que expeditivo, la parrilla, los  ahumados y la cocina funcionan de maravilla. Tuvimos miedo de que nos echen porque llegamos 20,30 y la gente comenzó a hacer fila para entrar en la puerta. Pero nos sorprendimos y nadie vino a darnos la extremaunción  ni el telegrama de salida.
Todo al centro y para compartir, pedimos:

Tataki de bife, arroz, wasabi y hierbas frescas. 



 Papa huevo, zanahoria, pepino, cebolla y wakame.


 Una ración de dumplings de pato. 




 Una ración de langostinos, pancet, soba y caldo.


Y para los platos fuertes y que en la carta figuran, PARA COMPARTIR,  pedimos,los fideos negros con pepinos.




Y el asado de tira, arroz, cabutia y batata.


Nos quedamos con las ganas del pescado entero y el bife de chorizo, pero valdrá la pena otra visita.

Por supuesto que dejamos lugar para los postres, pedimos:
 Banana caramelizada, dulce de leche, miso, mirim (vino de arroz ) y helado. 



Y el master chocolatoso y amargo, con lichees para compensar.


Luego de un estallido visual y un despelote de sabores, aromas y colores, nos perdemos en los detalles: en el baño con audio japonés e inodoro TOTO automático, en la barra frente a la parrilla donde también se puede comer( abanicos para el calor incluídos )y la ilusión de pensar que pronto Pedro estará craneando una nueva apertura y nosotras cámara y teclado en mano, estaremos ansiosamente visitándolo. 


Thames 1810, Palermo. 
Reservas 2129-5028.