domingo, 12 de mayo de 2019

Encuentro abril de 2019, Nro 87: ¨Anchoita¨, Chacarita.

En el 2018, y en lo que ya llevamos recorrido del 2019, dios mío, me parece a mí o el tiempo pasa cada vez mas rápido? No sé si es cosa de la vejez o algo que leí de una cuestión física-espacio-temporal, pero el tiempo parece volar. A lo que iba entonces y en el tema que  nos atañe, de un tiempo a esta parte y a pesar de los vaivenes que nos toca vivir, hemos tenido grandes, ambiciosas y esperadas aperturas gastronómicas.

Hago esta introducción no menor, porque para el encuentro de abril Belu nos llevó a una de ellas y fieles a nuestra tradición, acá estamos para compartirla con ustedes.

El punto de encuentro?, Juan Ramirez de Velazco 1520. 
La fachada?, para nada ostentosa y con aires de intriga y suspenso: una puerta de hierro, un cartel sin muchas pompas, y un pasillo eterno hacia un lugar inesperado.
La luz se va haciendo mas clara al final del túnel, y casi como llegando a una ¨mejor vida¨, entramos a ¨Anchoita¨, la nueva apuesta del multifacético Enrique Piñeyro en pleno barrio de la Chacarita. 





Piloto de avión, investigador, director de cine, actor, médico, y me estoy quedando corta con todos sus quehaceres y actividades, a todo esto hay que sumarle su pasión por la cocina. 
Enrique, que además de haber escrito y dirigido la famosa: Whisky Romeo Zulu, es el jefe y creador de este nuevo espacio gastronómico. 
Leí en una nota donde declaró que : cocinar es lo único que hizo seriamente en toda su vida. Y que bien que decidió hacer algo con todo eso, porque realmente lo hace más que bien. 

Allí se lo puede ver, dentro de la cocina abierta al público junto a su equipo de trabajo, orquestando todo con un detalle que no deja nada librado al azar. 
Nos sentamos en la mesa y delante nuestro está la foto en tamaño ¨espectacular¨ de la famosa ¨naranja mecánica¨ de 1974. 
Trato de inferir alguna explicación para definir tal detalle decorativo, pero necesito la ayuda del camarero y me indica que en aquella maquinaria futbolística, cada integrante podía jugar con el puesto de cualquiera de los otros. Asumo que algo de eso sucede en Anchoíta y la foto está allí para recordarle al grupo de trabajo que: ¨Todos sabemos hacer todo¨.  

                  

A este nivel de detalle y minuciosidad es al que me refiero: desde el horno de barro en la entrada, hasta los fuegos, las planchas, el sector de emplatado, la inversión escandalosa con lo que entiendo es una de las mejores cocinas montadas de estos últimos tiempos, la isla de quesos argentinos ( dios mío, valdría la pena una nueva visita para hacerle honor a tal variedad y sofisticación), la carta de vinos especialmente seleccionada, sidras y tragos, la barra de madera y el salón con mesas, todo allí es una oda a la excelencia.

Los platos ?, cantidades mas que generosas, pescados de rio y mar argentinos, carnes ( si van por esto, pidan el asado de obra) , vegetales, algo de pastas, y el denominador común: la calidad ¨ante todo¨, se nota, se vé y se siente.

Para empezar: chips de vegetales y cremas para untar y un Chaman, red blend.


 

No hay que irse de Anchoíta sin haber probado los quesos, y cómo estábamos en tema, tratamos de pedir los del gran maestro quesero: Mauricio Couly. Tip extra: no se olviden de pedir la miel. 





Voila, aquí nuestra selección. 


La entrada: el huevo apanado, explosión de sabores.


Ya en los platos fuertes y para no perder la costumbre, ideal para poner todo al centro y compartir. Pesca de río, garbanzos, ensaladas, y algo de carne para no desentonar con los fuegos.






 3 postres para degustar: Pistachos x3, Helado de anana y fragaria.




Hasta acá todo muy bien, no?, pero esta historia no termina acá, y se pone mucho mas emotiva, real y nostálgica.

A los pocos días de haber visitado Anchoíta, Fer nos manda el siguiente mensaje:

Bueno chicas, resulta que le reserve a mi mama Anchoita el viernes para que vaya con unas amigas y no saben lo que descubrió?....

¨La casa donde está el restaurant resultó ser de mi tatarabuelo, el abuelo materno de mi madre y pasó su infancia en esa casa.
45 personas eran las reuniones familiares, 11 hermanos tenia su madre
Su abuelo Santiago Biggi, vino a fines de 1800 de italia con sus padres.
Tenia ahí su casa y una empresa de carruajes con caballos. Era un doble terreno. Hoy Anchoita está en el galpón de atrás donde guardaban los carruajes, luego camiones. Tenían hasta un expendedor de nafta. La casa es de 1904. Murió en 1956 a los 86 años todavía al frente de su empresa que tenia camiones en ese momento ¨.

Si esto no es historia viva, entonces qué? Si la comida no nos conecta con nuestro pasado, entonces qué? Feliz de inmortalizar esta causalidad con nuestra cena número 87 en este blog de amigas, compañeras de copas, familia elegida...

Vivimos para inmortalizar historias, leyendas, cuentos de abuelos, bisabuelos, patios, cocinas con aromas, recetas, todo está allí, esperándonos para que lo volvamos a encontrar.

ANCHOITA:
Juan Ramirez de Velasco 1520
Martes a Sábado de 20 a 1am
Tel: 011 4854-9334






No hay comentarios:

Publicar un comentario