miércoles, 20 de agosto de 2014

Encuentro agosto de 2014 Nro 31: "El Imparcial" barrio de Montserrat.

La semana pasada tuvimos nuestro encuentro gourmet, vale contar que además de este espacio tenemos entre nosotras seis un sub grupo, privado claro está, donde acordamos fecha, horario y por último, casi al borde de la cita, la apoderada arroja las coordenadas. Fue el turno de Titi.

De tanto en tanto en ese espacio, y cuando la persona que elige pone la dirección, suelen aparecer frases como "Busqué la dire en el mapa de Macri y me tiró un nombre. Traté de no mirar…" o "Y yo ya tengo toda una investigación hecha jaja Viva la diferencia " me gusta reconfirmar cuando leo esto que así de heterogéneo es nuestro grupo. 


Personalmente, ya lo mencioné en otro post, el clímax de esta película me lo adjudico dejándome sorprender en la puerta del lugar. Únicamente por el barrio, nunca sé hacia donde me dirijo. 

Fui la última en llegar, lo que me permitió congelar algunas imágenes para la crónica. Ahí estaban las 5 bellas damas, sentadas en la mesa lindante al vidrio, cada una con sus encantos particulares, gestos, manos que se sacuden al compás de la voz, ideal para apreciarlas de afuera. Perfectas para la foto.
Ya estaban preparadas para cenar, en lo que según los historiadores han declarado "la primera casa de comida de Buenos Aires fundada en 1860"EL IMPARCIAL




Majestuoso salón. No fue muy difícil imaginar ese mismo espacio más de 100 años atrás. Titi nos contó que antiguamente el restaurant, fundado por un inmigrante español, funcionaba en Bernardo de Irigoyen e Hipólito Yrigoyen, y que en 1933 se mudaría definitivamente donde nos encontrábamos esa noche, la esquina de Salta e Hipólito Yrigoyen. También había leído que  en el año 1966, luego de destituir al presidente de la nación Arturo Illia después del golpe de estado, este fue aplaudido por todos los comensales al entrar al palacete gallego. La lista de anécdotas debe ser interminable. Valdrá la pena otra visita.

Casi todas las mesas estaban ocupadas y nos emocionamos al ver a los mozos, corriendo de acá para allá, bandejas de aluminio mediante, de chaqueta blanca inmaculada y sin anotador. Sigo haciendo mención: "como los de antes". Me quedé pensando que hacía unas semanas en una conferencia, el disertante había dicho que: había que retomar los oficios. Que bien les vendría a más de uno de la nueva generación, unas clases de estos reyes del servicio. Pienso en voz baja.
El lugar es inmenso, paredes revestidas en mayólicas pintadas, escudos de las provincias españolas colgados, arañas medievales una al lado de la otra y una barra que ocupa casi todo el lateral del lugar. 







Ya sabíamos que ahí se va a comer principalmente "puchero" (no me atrevo siquiera a seleccionar "la" receta para agregarla en este post), hay de cerdo, carne, gallina y mixto. Nuestro amigo el mozo, para esta etapa de la cena ya conquistamos su corazón, se sorprendió cuando le preguntamos como lo preparaban ( a quién se le ocurre preguntar en el Imparcial como está hecho su plato estrella?). También se destacan los arroces, las gambas al ajillo, el pulpo a la gallega, los callos a la madrileña y la fabada asturiana. Por nuestra parte, la mesa quedó así: vitel tonné, puchero de carne y gallina para compartir, un arroz a la valenciana, y vermichellis a la parisién. Una comanda podríamos decir, al estilo "feria de las naciones". El Capítulo "Vinos" tuvo mucho que desear: nada especial en la carta y marche una frappera para la mesa. 











Una charla casi nostálgica surgió para el momento del postre: qué comíamos en nuestras casas, madres que preparaban pucheros, cazuelas, empanadas gallegas, huevos rellenos; la caminata hasta el almacén para comprar las galletitas sueltas, el helado esquimal, el nesquik ( polémico el de "banana"), el kilo de pan, definitivamente un viaje en el tiempo a los sabores de la infancia. 

                Lugar indiscutido para el "queso y dulce".



Era casi imposible no ver que pasaba en simultáneo en las mesas aledañas: fantaseamos con la primera cita a los que bauticé como Carlos y María, ella 75 y el 82, lemoncello en mano, sin twitter ni wikipedia para corregir fallidos datos históricos, y un final de cena, tal vez en un cafecito en San Telmo o la 2x4 (92.7FM) en la casa de él. 
Por el otro costado la mesa de ellos los "muchachos", unos seis rondando los "sesenta y tantos", ex compañeros de colegio y amigos del barrio, que ya por la segunda botella y con el vigilante de membrillo con "queso mar del plata" finiquitando la velada, condimentaban los cuentos de la juventud.

De este lado nosotras, despidiendo un nuevo encuentro, ideal para no hablar de derecha ni de izquierda, ni de tinto ni de blanco, ni de Franco ni de Republicanos, mejor por hoy ser "Imparciales". 
  
Restaurant EL IMPARCIAL
Hipólito Yrigoyen 1201, Capital Federal
011 4383-2919


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