miércoles, 18 de enero de 2017

Encuentro de fin de año. Diciembre 2016, Nro 59: Duhau Restaurant

Como todos los años, en diciembre tiramos la casa por la ventana y como diría la Chiqui, el público se renueva, así que acá va la explicación para nuestros nuevos seguidores.

Desde los comienzos de nuestro Grupo Gourmet, allá por el año 2011, acordamos que todos los meses de diciembre iban a quedar vacantes y para ello votaríamos en conjunto qué lugar ¨tope de gama¨ iríamos a visitar para fin de año. Así lo dispusimos y así lo venimos concretando.

Este 2016 hubo dos finalistas y preferimos aprovechar las terrazas de lo que supo ser desde 1930, el Palacio de los hermanos Luis y Alberto Duhau (nos reservamos la identidad del finalista número dos ya que posiblemente sea el número uno el próximo año. Queridas amigas, nos vamos quedando sin opciones: tendríamos que ir considerando la querida Patagonia o el norte colorado de nuestra patria? Arrojo sugerencias)

Ubicado en la mítica y glamorosa Avenida Alvear en el barrio de Recoleta, el restaurant Duhau es una de las tres opciones gastronómicas dentro del hotel Park Hyatt.

Ideal para la noche de verano que nos tocó, reservamos una mesa al aire libre para cinco (nos faltó nuestra querida Lu) y nos encontramos a las 8pm para brindar.

Mejor que las fotos hablen por si solas. (...y pensar que en ese parque corrían felices los niños de la casa)








Nos recibieron con copas de champagne Baron B extra brut y un amuse bouche de tabuleh y pulpo.


El vino que elegimos fue un Marcus Pinot Noir (x dos), que estaba increíble.


Para los que supieron visitar el Duhau en otros años, ya no van a ver la carta exclusivamente francesa que proponía, con el énfasis puesto en los productos de estación y bajo las órdenes de Antonio Soriano (alma matter de Astor en Colegiales/San Telmo) esta ofrece ¨Cocina Argentina Sofisticada¨.

Para las entradas, decidimos compartir tres opciones:

Provoleta de queso de cabra estacionada con dulce de frutas de estación con salsa de menta, perejil, limón y almendras.


Interpretación de vegetales de temporada en diferentes texturas (sí ... es una ensalada)


Ensalada de pulpo con tomate, hierbabuena, pimentón de Cachi.


A la hora de los platos principales no fuimos muy originales y la variedad no abundó: pedimos cuatro atunes y una carne. El atún sólo varió en su punto porque en el grupo hay fanáticas del bien cocido y otras conocidos por su "cuanto más crudo, mejor."

Entraña con puré de calabaza.


Atún rojo a las brasas con papines, chauchas largas, emulsión de olivas y alcaparrones.


Atún rojo con puré de calabaza a la leña.


La imbatible hora de los postres a cargo del chef pâtissier Damián Betular cumplió a la perfección con el leitmotiv de la casa: productos autóctonos resignificados. 
  • Lingote de queso de cabra, confit de zapallo, batatas, papaya y manzana.
  • ¨Bombón helado¨esfera de toffee y chocolate bañada en chocolate.
  • Semifreddo de almendras y praliné. Bizcocho de frutos secos y manzanas caramelizadas.


Después de nuestra increíble velada, macarrones de regalo, brindis y deseos, nos fuimos al Oak Bar por otra copa de vino, café y el whisky.


Rodeadas de roble del 1600 traído del castillo de Normandia, nos sentamos y celebramos la dicha de haber compartido entre nosotras y con ustedes un año más de historias, cocinas y proyectos gastronómicos de quienes hacen de sus trabajos un medio de vida.

Jugamos a las doncellas, con tachas, tacos y rouge rojo; y sin preocupaciones, terminamos nuestras copas y nos retiramos cantando a nuestros aposentos del palacio.

¡¡¡¡FELIZ 2017!!!!



Duhau Restaurant
Avenida Alvear 1661
Reservas: 5171-1340

martes, 3 de enero de 2017

Encuentro noviembre de 2016, Nro 58. ¨La Casa del Queso¨ barrio de Almagro.

Lunes. A L le tocó un lunes, un día difícil para salir a comer afuera: la oferta es poca y hay que elegir entre lo que hay.

Pero L aprovechó que el calor del verano que se aproximaba aún brillaba por su ausencia y se sacó las ganas con un lugar al que hace tiempo tenía ganas de ir, nos confesó más tarde.

Y con un plato propio de la temporada invernal.

Así fue que nos encontramos en La Casa del Queso en pleno barrio de Almagro. O Abasto, como se lo conoce por su cercanía con el ex mercado convertido en centro comercial.



Lo primero que impresiona es el tamaño del lugar y los mostradores interminables repletos de fiambres, quesos y delicias que invitan a pegar la nariz contra el vidrio y olvidar penas propias y ajenas. Patas de jamón colgadas, hormas de queso y frascos de aceitunas apilados hasta el techo completan el paisaje de este lugar en el que se puede comer o sólo comprar algo para llevar. O ambas, porque la decoración invita a tentarse.



Esta fecha el GG tuvo poca asistencia por complicaciones varias pero las cuatro presentes decidimos no amilanarnos y disfrutar de la infinita carta que ofrece variedad de picadas, cazuelas, fondue, platos más elaborados y postres.

Así, lo primero fueron las cortesías de la casa: pan con mortadela y salamín, y una copa de cerveza (raro tomar cerveza en copa de champagne pero hay una primera vez para todo, ¿no?)

Al rato llegaron las tablas Monnalisa (mozzarellas condimentadas, lomo embuchado, boconccinos rellenos y jamón italiano) y Los maceraditos (queso macerado, jamón crudo español bodega, rambol y salame casero)



El tamaño es perfecto para probar un poco de cada variedad de fiambre y queso pero aún estar disponible para pedir algo más. Además, vienen acompañadas por aceitunas rellenas y tomates secos hidratados en aceite de oliva.

Ah, ¿ya dije que todos los productos son de excelente calidad? ¿Y muy ricos? Las fotos no les hacen justicia.



La inesperada baja temperatura de noviembre fue la excusa perfecta para elegir el plato con el que L estaba tentada hace tanto tiempo: fondue. De queso y acompañado por: dos variedades de salchicha, panceta, pickles, jamón cocido natural, champignones, espárragos y lomo.


Elegir, pinchar, sumergir y volver a empezar. El ritual de la fondue parece una especie de juego de mesa, casi como jugar a los palitos chinos, intentando no enganchar los pinchos ajenos. 

Bienvenida la incorporación de verduras y pickles que le dan un toque diferente a la cuestión y van muy bien con el queso. Podrían agregar algunas opciones más para sumar variedad como tomates, brócoli, zanahorias, pan, aceitunas, papas, y paro acá porque la lista podría llevarme tres posteos.

Acompañamos con un Alambrado Malbec que elegimos de una carta orientada hacia las etiquetas tradicionales que dejan contento al público más variado y no asusta con nombres raros. Sí notamos que las botellas están en exposición bajo luces fuertes y nos adelantamos pidiendo una frapera para enfriarlo. Costó y recién para el final de la noche logramos que estuviera a una temperatura decente.

En definitiva, La Casa del Queso es una especie de bodegón con quesos y aceitunas del piso al techo. ¿Qué puede salir mal?


¨La Casa del Queso¨
Avenida Corrientes 3587, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
4862-4794